Helen Grace Malayao
Eagle News Service
MADRID, España — Bajo el lema “Los idiomas no salvan vidas – Por una sanidad sin fronteras lingüísticas,” unas 2.500 personas se manifestaron en Palma en contra de la exigencia del catalán en la sanidad balear.
El decreto–que solamente necesita el dictamen del Consejo Consultivo—contempla que los médicos y enfermeros tendrán que tener la titulación de catalán B1 (elemental) y los auxiliares de enfermería el nivel A2 (básico).
Los que ganen una plaza en las oposiciones sin tener de partida esos grados de conocimiento tendrán dos años para alcanzarlos; si no lo hacen, tendrán restringidos los traslados, la promoción interna y el acceso a la carrera profesional, lo que supone el acceso a pluses económicos.
La marcha fue convocada por la plataforma Mos Movem con el apoyo de los presidentes del Partido Popular y Ciudadanos y miembros del Sindicato Médico.
Durante la lectura del manifiesto, los organizadores calificaron el decreto como “anticonstitucional.”
“Es un decretazo que genera rechazo. Es disuasorio a la hora de captar profesionales que tanta falta nos hacen,” añadieron.